En el año 2014, el grupo liderado por Sanna-Maria Kivivuori (Children’s Hospital Helsinki, Finlandia), publicó los resultados de su protocolo Angiocomb orientado a evitar que el tumor desarrolle su propia red de vasos para alimentarse y crecer. El protocolo de mantenimiento, bien tolerado, se basa en los fármacos Talidomida, Etoposido y Celecoxib.