Si estáis leyendo esta información, probablemente habréis recibido una de las peores noticias que unos padres pueden afrontar: que vuestra hija o hijo tiene un glioma difuso de tronco. Nosotros también la recibimos en su día y sabemos lo terrible y devastadora que es. Precisamente por eso, creemos que el poder compartir ese sentimiento con otras familias que han estado en vuestro mismo lugar y que se han enfrentado a esta enfermedad, puede ser muy positivo.
Cuando creamos esta página web, uno de nuestros objetivos fue que padres como vosotros pudierais encontrar de forma sencilla toda la información que nosotros recopilamos en su día, y llegar a conocer la enfermedad de vuestros hijos hasta donde vosotros mismos queráis y al ritmo que deseéis. Pero también teníamos otro objetivo primordial: que ninguna familia se vea obligada a afrontar esta vivencia sola y que, siempre que lo deseen, tengan alguien con quien compartirla, alguien que ha estado en su misma situación.
No obstante, dar este paso no es nada fácil. También lo sabemos. Por desgracia y hasta que no consigamos cambiar las cosas, la gran mayoría de las historias de estos niños y niñas no tienen un final feliz. Los padres que hemos perdido a nuestros hijos somos lo último a lo que os queréis acercar a hora, algo en lo que os aterra convertiros algún día. Es muy comprensible y respetable.
Pero tenéis que saber que si algún día os decidís a dar el paso, no encontraréis a personas tristes y amargadas que simplemente os acompañen en vuestra pena. Encontraréis a varias familias que continuamos luchando para que esto cambie, con las que podréis compartir dudas y que quizás os podamos ayudar a encontrar soluciones más o menos prácticas a los problemas que os puedan surgir.
Con toda seguridad ya os habrán dicho que el glioma difuso de tronco es un tumor muy raro, tan raro que ni siquiera existe en España un registro específico que recoja los datos de todos los casos que se producen, un paso imprescindible para avanzar en su conocimiento. Se estima que en nuestro país se diagnostican entre 15 y 20 nuevos casos al año.
Solo la unión y el empuje de las familias afectadas podrá conseguir que algún día estos casos sean estudiados de una manera global, que se definan hospitales de referencia y que se luche por la curación de estos niños desde el primer día hasta el último, sin darlo todo por perdido desde el principio.
Porque no lo dudéis: algún día se encontrará un tratamiento curativo y veremos a niños que saldrán adelante. Nadie os puede decir que vuestro hijo o hija no será el primero.