Uno de los artículos más relevantes para el conocimiento del DIPG fue el publicado por Michelle Monje y su equipo (Universidad de Stanford) en el año 2011. Este estudio identificó unas células precursoras muy específicas en la zona de tronco donde se origina el DIPG, y que además se acumulan en la edad de máxima incidencia de este tumor (sobre los 6 o 7 años). Todo parece indicar que alguna alteración en estas células tan especificas juega un papel determinante en el desarrollo del DIPG.
